Entonces es un correr por Avenida de Mayo alejándonos de la horda de
vanidad, un caminar por caminar, un caminar de barriletes y telescopios de chocolate , una nube acurrucada en tu hombro
haciéndose lluvia en mis manos, el centro de Buenos Aires pareciendo la última
sucursal de la felicidad, el vino de tu abrazo,
tu cintura un altar en donde adoramos a las ganas, mi curiosidad de cómo
hay un resto de cielo que sobrevive sin tu piel, un libro inédito en tus ojos,
tus gestos retardando el otoño, la piedrita llegando al cielo, los versos que
sólo se leen de tu mano, los muchachos del camión pidiendo un beso, la puerta
giratoria de siempre, el miedo como una chaquetita gris que abriga el presente,
un sillón rojo en donde dormimos la pena a risas, un 152 transportando una
valija retenida por otro alguna vez en la aduana, un túnel regalándonos un
eclipse en plena noche, la promesa de un pájaro, de un viaje, de dos, la vuelta
a la calle y tus pasos como un saltar de cabritos haciendo inexistente la
distancia a la luna.
Lo que quise decir fue tu nombre, que es como decir todo la parte del
mundo que quiero tocar.
Estoy buceando por el blog con tiempo... guauuu... esa última frase engloba mucho, creo que así como todo el mundo, no? jeje.
ResponderEliminarMua!