martes, 26 de noviembre de 2013

Un poquito

Quizás un poquito te convengo.
Sigo entrando en la porción de no sabe no contesta
en los gráficos de torta,
por eso desistí de contestar preguntas
y ahora me dedico a comer tortas fritas.
Me aprendí un estribillo de Bob Marley
para justificar la remera que uso con su cara
porque a vos te gusta cómo me queda.
El tío dice que sos ipi pero te quiere.
Papá dice que sos zurdita pero te quiere.
El terapeuta dice “se nos acabó el tiempo,
nos vemos la próxima”
y yo te quiero.
Jaime Roos me asegura
que algún día sabrás lo que ha sido vivir amándote.
Enterate,
quizás un poquito te convenga.
No se me pegan los panqueques,
tengo un don raro para acordarme los apellidos de la gente
y para elegir paltas en la verdulería.
¿ya te dije que no se me pegan los panqueques?
No tengo muchos talentos más
y quizás en verdad no te convengo
pero te convenzo
Podemos hacer deporte alguna vez
o tener una pelotita de tenis en casa
y hacer como si.
Podría tomarme los dos litros de agua por día
para nunca tomarme nada en serio.
Podría hacer una rifa en la que sortee mi destino
y hacerte una oferta de todos los números
con la excusa que estoy juntando fondos para rehacerme el corazón.
No te voy a mentir,
sigo intolerante y malhumorada
y no creo que eso cambie,
pero cuando te vi cancelé todas las novias que tenía reservadas para mi próxima vida
me hice un test para medir la esperanza y me dio positivo.
Es muy probable que no te convenga
y que salgas corriendo.
No creo en el amor a primera vista
porque siempre estuve enamorada de vos
incluso antes de conocerte estaba enamorada de vos

Cuchuflito




Somos el garabato que hace dios en el papel para ver si la lapicera funciona.
Somos la enfermedad crónica de una estrella fugaz.
La conjugación irregular del verbo amar.
Apenas el meñique que pide silencio, apoyado en la boca de una tormenta
La cabina telefónica en donde el dolor se viste de superhéroe transformándose en ironía.
La reencarnación absurda de un personaje grandilocuente.
Somos 7078 millones de personas con la razón absoluta.
Una manga de nenes jugando a los piratas.
Somos todos los dragones que no nos animamos a montar.
Somos los fantasmas y somos Mingo y Anibal.
La letra chica del contrato de nuestros padres que firmó un dios que se había quedado sin tinta.

Peligros de la vida moderna




Nuestro Jesús moderno es Steve Jobs
pero no tuvo tiempo para hacer el antivirus
que te diga que se ha detectado una amenaza
justo en el momento en que te preguntan cómo estás
y vos respondés “bien” como sinónimo de “mal ,pero acostumbrado”

Y entonces te acostumbrás
a que el reloj de arena se de vuelta por inercia
a que la canilla gotee
y al mismo ritmo gotee tu insatisfacción
tu queja de que es lunes , tu queja de que es martes
tu queja de que es domingo
tu queja de que todavía faltan cuatro horas para salir de trabajar

Te acostumbrás
y pensás que ya no existe nada
que te haga morir de ganas
y te consolás pensando que si tuvieras un millón
diez millones
diez mil millones
diez años más
diez años menos
cuarenta pelucas o caretas
no te pararía nadie

Pero mientras, la canilla sigue goteando
y en cuanto te descuidás
se te llena la pileta
te tapa el agua
te acostumbrás a eso también
y cuando todos pregunten ¿de qué murió?
alguien les va a contestar “de acostumbramiento”