miércoles, 20 de junio de 2012

Mosquito por un día





En el comedor, un estribillo juega a las escondidas con un cantautor mientras, en su cuarto, Jazmín le grita “pica” a unos miedos.
A la vuelta de la esquina, a Paz la detienen por portación de nombre.
Un globo se suelta de la mano de Lautaro y cae en el funeral de un dictador.
Unos metros más arriba, en el aire, un pájaro entra en la turbina de un avión.
doscientos pasajeros resultan ilesos. Un pájaro, no.  
En tierra, una azafata le indica la salida de emergencia a alguien que no puede volar.
Una mujer arranca una margarita, dejando sin comida a una abeja.
La margarita se venga, le contesta  siempre “ nada”
Un panqueque hace caso omiso de la ley de gravedad y se adhiere del cielo raso un rato largo ; un ángel no puede y cae impávido a la tierra. Le ponen de nombre Rocío.
Una pareja se empeña en escribirse el destino, pero uno de los dos no entiende la letra.
Un tipo decide no tomar más café, pensando que así se va a pasar la frustración que siente por lo que le pronosticaron en la  lectura de la borra.
En algún museo lejano, la mona lisa se deprime, hubiera preferido mucho más ser  a cuadritos.
Un poco más acá, alguien que por exceso de abrigo no puede ser parte del aire, termina un texto de  doscientos treinta y nueve  palabras.

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