sábado, 5 de julio de 2014

No todo lo que está perdido se puede encontrar



Existe una araña que une todo lo existente. Con una pata de cada color, con un hilo de cada color en cada pata de color.
Se mueve tan rápido por los postes de luz que nunca la llegamos a ver, apenas la sentimos cuando nos toca como un brillo de menta en el pecho , un pequeñito aire frío que se deja respirar, un salto imperceptible de segundo que pareció durar mucho más
La tipa teje y según la pata con la que más teje, es el color principal de la unión. Claro que estamos los daltónicos confundidos de siempre y a veces nos encaprichamos, y a veces soltamos antes y a veces estamos una eternidad dando vueltas hasta enredarnos solos , pero lo que quizás parece antes o demasiado, para la araña no lo es .Ella va entramando su red con una finísima hebra del tiempo invisible a ojos humanos, en esa hebra está todo el secreto de los tiempos, de lo que nosotros creemos que fue casualidad y le llamamos suerte, o del capricho que se nos cae de las manos y le llamamos desgracia. Pero nada aparece suelto azarosamente ni para lo que en general llamamos bien, ni para lo que llamamos mal.
La araña sabe, se dedica a eso, no rompemos un hilo hasta que ella sabe que estamos verdaderamente preparados para vivir sin ese hilo, y no trenza una unión hasta que el corazón no está lo suficientemente fuerte para ser un extremo de esa red.
Unir los hechos pasados no es más que hacer un recuento de los hilos de la araña, saberla riéndose mientras nosotros creyéndonos grandiosos con nuestra pequeñidad de controladores del universo, nos encontramos sorprendidos al ver como las piezas fueron encajando en las partes oscuras y en las partes claras, hasta lograr un nuevo color que es el hilo que nos sale ahora del pecho.
Por eso, esta noche cuando sientas un huracancito en la respiración, un olor a manzanilla repentino y fugaz , una dejadez de estrella cayendo por el hombro no te preocupes otra vez, es la araña que está tejiéndote de nuevo una unión con algo que vos todavía no sabés

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