domingo, 24 de julio de 2011

Fuera de servicio

“Los sentimientos no se manejan, lo que se maneja es un auto”
(Lic. Martín Perez Slane)


Ojalá el amor fuera un fitito
de esos fáciles de manejar
en donde no entren más
que dos personas
con una carga tolerable de equipaje.
Un fitito chiquito
de esos que se estacionan
en cualquier lado,
y que, aunque despacio,
siempre te llevan a donde tenés que ir.
Que aunque de vez en cuando
recaliente el motor
sabés que si le dejás un rato el capot levantado
para que enfríe,
la cosa vuelve a andar.
Un auténtico fitito
que casi ni se necesite registro para manejar.
 Un fitito
un transporte funcional.
Pero no,
el amor termina siendo un 60
que siempre viene lleno
y que te hace llegar tarde a todos lados.
El amor es un 60 al que te subís
y nunca hay espacio para sentarse
Y cuando vas así de incómodo
presionado entre dos o tres
ves pasar por al lado  un 60 vacío
que venía justo atrás.
o lo que es peor
ves pasar un fitito
con dos adentro que van fenómenos riéndose
con las ventanillas bajas
y todo el viento en la cara.
Mientras vos, enamorada
en pleno viaje
empezás a escuchar un ruido rarísimo
y se para el colectivo
te deja a mitad de camino,
y el chofer grita “ No va más”

No hay comentarios:

Publicar un comentario