sábado, 18 de junio de 2011

Yo, el tipo




Pero ahora viene la parte de la película en la que matan al tipo.
Aunque la película no haya sido más que un monólogo en blanco y negro.
Aunque estuviera filmada en un lenguaje que de antemano sabíamos muerto.
Aunque la historia ni siquiera haya existido, al tipo lo matan igual.
Por irrelevante, por tonto, por actor de reparto, por descarte,  por tercero, por azar, por multiple choice, porque a alguien hay que matar, porque de algo hay que morir.
Por saber demasiado, por haber visto la joya, por falto de moral,  por utópico, porque al tipo le crecen las canas y arruina la historia, porque vió el momento justo en donde asesinaban  a la infelicidad.
Porque el numero tres siempre está demás, porque los números impares no le gustan a nadie.
Al tipo lo matan  y vos que tenés experiencia cineasta predijiste el final antes de  que empiece :
Al final al tipo lo matan y vas a ver que después de un tiempo ni siquiera figura en los títulos y nadie se da cuenta.
Y quizás también los diarios te avisaron,  pero de qué sirven los anuncios pedagógicos cuando tenés tantas ganas de ver la película y la luz  te da justo en los ojos, te  encandila y no  podés ni  leer los subtítulos.
Y aunque nunca terminaste de entender ninguna escena  te da tristeza igual, porque te gustan los dramas,  y cuando lo matan te das cuenta de que después de todo, te habías encariñado y te había gustado ser el tipo por un rato.






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